Tip #11: Evita el Mito del "PIB" como factor determinante de los mercado de valores
“Parte de mi problema es que no puedo disipar los mitos que se han acumulado a lo largo de los años. Alguien escribe algo, está completamente fuera de lugar, pero se archiva y se repite hasta que todo mundo lo cree. Por ejemplo, alguna vez leí que yo mismo uso un casco de fútbol americano dentro de mi auto.” – Stanley Kubrick
La mitología griega está repleta de historias de amor, traición, tragedia y triunfo. Desde la Furia de Titanes, hasta Prometeo y el robo del fuego, y Teseo y el Minotauro, parece que los poetas griegos tenían toda la intención de enseñarnos valiosas lecciones sobre la vida. El mundo de finanzas también está repleto de mitos. A diferencia de los sabios y muy entretenidos mitos griegos, los mitos financieros conducen principalmente a una menor rentabilidad de tu cartera de inversión, e incluso a la perdida total. Identificar estos conceptos financieros (erróneos) puede ayudarte a desconectarte del "ruido" de los mercados y, en última instancia, a tomar aún mejores decisiones que los llamados dioses de Wall Street.
Uno de los mitos financieros más difundidos es que el crecimiento del PIB (producto interno bruto) de una economía determina la rentabilidad de un mercado de valores. Aquellos que difunden este mito razonan que un mayor crecimiento del PIB se traduce en mayores ganancias para las empresas, lo que por ende se traduce en una mayor rentabilidad de sus acciones (stocks). Sin embargo, este NO ha sido el caso. De hecho, el análisis estadístico de la mayoría de los mercados demuestra que no hay una relación significativa entre los rendimientos de las acciones y el crecimiento del PIB. Esto se debe a que los mercados de valores son prospectivos (forward-looking) y sus precios ya contienen el crecimiento futuro esperado.
Lo que verdaderamente impulsa los precios de las acciones a mediano y largo plazo es el grado en el que los directivos de una empresa pueden generar flujos de efectivo, utilidades de mayor calidad y un retorno sobre capital (ROE) adecuados en base a las actividades comerciales de la empresa – independientemente de las circunstancias económicas. Otro factor importante del precio de las acciones es la forma en que los directivos de la empresa devuelven las ganancias a los accionistas (en forma de dividendos y re-compras de las acciones), o si optan por utilizar los flujos de efectivo para reinvertir en proyectos que generarán aún más crecimiento de utilidades. Por último, en lugar del PIB u otros indicadores económicos, el rendimiento de las acciones también está impulsado por el riesgo idiosincrático, que se refiere a factores inherentes de cada empresa que son extremadamente difíciles de controlar y pueden afectarla negativamente; por ejemplo, escándalos de sus ejecutivos, defectos de un producto, el ingreso al mercado de un nuevo competidor, cambios regulatorios, etc.).
Si estos conceptos te parecen un poco abrumadores y aún más complicados que la mitología griega, no te preocupes. Incluso aquellos que están bien versados en literatura tienen dificultades para comprender en una sentada la Ilíada de Homero. Del mismo modo, no todos los inversionistas captan instintivamente las fuerzas que impulsan la dinámica de precio de las acciones. Lo que realmente importa es que todos sigamos intentando practicar inversión más objetiva, haciendo preguntas difíciles, separando los hechos de la ficción, cuestionando la sabiduría convencional, analizando datos y disipando todos aquellos peligrosos mitos financieros.
Ohhhh, y si te consideras un valiente inversionista, te tengo buenas noticias... Aunque invertir, como cualquier hazaña heroica, nunca estará exenta de riesgos, hay una forma libre de mitos para reducir el riesgo idiosincrático y obtener el triunfo en la batalla de los mercados: Establecer una cartera de inversión global y diversificada.
Para obtener más información sobre este tema, ¡permanece atento a nuestros próximos TIPS de inversión!
Agiliza tu patrimonio con los TIPS de inversión de Next Pronto.